Años de desinformación sobre la alimentación saludable, la proliferación de alimentos procesados y los crecientes desafíos socioeconómicos han dado lugar a epidemias separadas pero relacionadas con la obesidad y diabetes tipo 2.
En la actualidad, la diabetes tipo 2 es una de las principales enfermedades alimentarias y un estado de disfunción metabólica que impulsa una cantidad excesiva de afecciones comórbidas, y que le cuesta al sistema de atención médica, y a las personas que lo componen, cientos de miles de millones de dólares cada año.
Si bien las pautas médicas establecen que la primera línea de tratamiento es la intervención en el estilo de vida, demasiadas personas controlan la diabetes tipo 2 con medicamentos.
¿Por qué?
Porque se dedica muy poco tiempo a brindar el nivel de asistencia para el cambio de estilo de vida que las personas necesitan.